El 11 de julio de este año, el Baloncesto Superior Nacional dio comienzo a una temporada llena de ilusiones y esperanzas con la participación de 12 equipos. La liga confiaba en que su regreso a los coliseos y canchas alrededor de la isla sería una receta de éxito. La oportunidad se presentaba para que la fanaticada pudiera retomar su papel como espectadores activos luego de una campaña 2020 atípica celebrada en una burbúja y con los Vaqueros de Bayamón como ganadores.
El BSN tuvo que lidiar con la realidad de tener que llevar a cabo su torneo en medio de la pandemia por el Coronavirus en la isla. Los niños hasta los 12 años de edad tuvieron que ser impedidos de formar parte del espectáculo, algo que dejaba a la liga sin la oportunidad de sembrar su semilla en un nuevo público. Poco antes de que se lanzara la bola al aire en la jornada inaugural, la exitosa franquicia de los Santeros de Aguada tuvo que ser mudada al otro lado de la isla para convertirse en los nuevos Cariduros de Fajardo. Me consta que la movida apenas dos semanas antes del comienzo del campeonato, forzó unas maniobras extremas y prácticamente de último minuto para la administración y gerencia de los ahora Cariduros, incluyendo una considerable inversión económica en uniformes, hospedaje y transportación para los integrantes del quinteto fajardeño, así como la necesidad de buscar nuevos auspiciadores.
Sin embargo, al mirar ahora en retrospección, es difícil no considerar que la campaña 2021 del BSN ha sido un rotundo éxito. Las canchas llenas, la fanaticada cautiva en las transmisiones televisivas y la nueva alternativa online con las emisiones en vivo de todos los equipos por las redes sociales, la entrada de varios famosos reggaetoneros como administradores de franquicias, un factor sumanmente atrayente para la juventud y más que nada, el alto nivel competitivo, se han combinado para producir un torneo para la historia.
Los ejecutivos del BSN merecen especial crédito. Se la jugaron con un torneo completo fuera de su época tradicional de celebración y con dos franquicias adicionales. Pudieron lidiar con los retos del Covid-19 y los equipos dieron la milla extra exigiendo la evidencia de las vacunas y el uso de las mascarillas en los coliseos y canchas, además de invertir en dispensadores de sanitizer y alcohol. La realidad es que todos los participantes cerraron filas y aportaron lo necesario para que el BSN regresara por sus fueros en 2021. ¡Enhorabuena! ¿Y usted, amigo lector, sabe que es lo mejor de todo esto? Que el torneo 2022 comienza en el primer trimestre del nuevo año y no vamos a tener que esperar mucho para contagiarnos de nuevo con la fiebre de un BSN que sin duda #latiene.
Saludos cordiales y deportivos
Su amigo,
Ricardo Torres
Discusión sobre este post